Lo que no tenemos
14 octubre, 2012Motivos para dar las gracias
9 noviembre, 2012Desde niño, siempre he tenido un profundo respeto hacia las personas mayores, aunque sólo lo fueran por unos pocos años más que yo. A veces por simple supervivencia, otras por convencimiento propio, he intentado seguir los consejos de los que han pasado por mi vida y poseían mayor experiencia en cualquier campo. Porque, en sus palabras, casi siempre acertaban.
Mi admiración por los ancianos nunca ha cambiado. Lamentablemente, mis abuelos murieron cuando yo era un crío, así que no pude disfrutar de ellos todo lo que hubiera querido. Sí puede conocer mejor a mis abuelas, si bien hoy día tampoco viven.
En la actualidad, si aún no les resultó suficiente con haber criado a sus hijos, superar guerras e incluso puede que pasar hambre, muchos de nuestros mayores han de madrugar y trabajar todavía más para criar a sus nietos ante la falta de tiempo de sus progenitores. Y van a talleres de baile, y viajan por el mundo, y hacen yoga…El avance de la ciencia está provocando que cada vez tardemos más en morir y facilitando que hasta casi el final de nuestros días permanezcamos activos y en buen estado físico.
Sin embargo, es igualmente cierto que muchos ancianos se encuentren abandonados, desatendidos y maltratados. Como cosas que ya no valen, como muebles viejos, se apartan. Y ésto me resulta tan triste, me da tanta pena que haya personas que renuncien a esa experiencia, a devolver ese cariño que una vez recibieron, a rememorar esas hermosas batallas que perduran con el paso de los años, y a estrechar esas curtidas y frías manos, que me cuesta entenderlo.
Porque lo echo muchísimo de menos y, sobre todo, a estas horas. Y jamás lo recuperaré.
Si aún tienes la suerte de tenerlos cerca, hazte un favor: nunca pierdas la oportunidad de demostrarles cuánto les quieres.
Abrazos, Rafa Ferrer.
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2 Comments
Hola Rafa,
Soy Irene y he de decirte que me han conmovido tus palabras al nombrar a nuestros abuelos y abuelas, aunque con las segundas son con las que más hemos disfrutado. ¿Te acuerdas cuando nos reuníamos todos en casa de la abuela y jugábamos en el cuarto mientras los mayores veían el fútbol en la salita? Nunca faltaban en la mesa ese paquete de patatas y esas aceitunas. Y esas historias que nos contaba la abuela de cuando ella era joven…
Las recuerdo como si todavía estuvieran, aunque yo siempre las tendré presentes en mi vida, porque fueron grandes maestras para mí.
Con ello sólo decirte que me parece preciosa tu idea del blog. No dudes que lo seguiré día a día.
Muchos besos.
Hola Irene,
Desde luego que recuerdo muchas cosas con gran cariño, resulta imposible olvidarlas. Creo que debemos agradecer a la vida la ocasión de haberlas disfrutado, porque las enseñanzas basadas en el amor y la amistad, cuando se viven principalmente de niño, resultan pilares básicos del carácter cuando eres adulto. Llegan a formar parte de los valores de cada persona, que suponen la base de nuestro comportamiento con los demás y con uno mismo cuando crecemos.
Me alegro mucho de que te guste el blog, y me encanta que en adelante sigas mis publicaciones.
Un beso fuerte,
Rafa.