Si pretendes lanzarte al vacío…

Es cierto: aparecen numerosas dudas a la hora de poner en marcha un proyecto empresarial. Son muchos los frentes a controlar y gestionar, y cometer errores en la fase inicial puede resultar fatal conforme se vaya avanzando. No es bueno construir un gigante con los pies de barro. Las bases han de ser sólidas.

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Así, toda persona que inicia una actividad económica por cuenta propia suele sentir una gran incertidumbre, incluso cierto vértigo. La sensación de encontrarse “solo ante el peligro”, como el protagonista de la mítica película de Gary Cooper, es algo innato en cualquier emprendedor que se precie. Yo también me sentí así.

Al principio, todas las horas del mundo parecen no ser suficientes. Hay que priorizar, elegir, negociar, telefonear, contratar, viajar…e intentar no cometer errores, puesto que un traspiés puede acabar en el cierre anticipado del negocio.

…considera ponerte un paracaídas

Sin embargo, es muy común no tomar las medidas oportunas de inicio para minimizar riesgos, y sí lanzarse a la aventura en busca, a veces, de proyectos utópicos y no medidos. No obstante, no hemos recibido formación adecuada y de calidad en emprendimiento, los medios a disposición de los emprendedores son aún escasos y mejorables, las autoridades no terminan de prestar un apoyo decidido y continuado, y todavía tenemos una cultura que castiga sobremanera los errores cometidos en lugar de alabar y fomentar la proactividad, la creatividad y las ganas de hacer cosas grandes.

Pero creo que es cuestión de tiempo que gran parte de lo anterior cambie. Muchos profesionales trabajamos a diario para conseguirlo. Inculcar en los demás el espíritu necesario, facilitar la educación imprescindible y ofrecer las herramientas oportunas para llevar a cabo el asalto al trabajo por cuenta propia son los pilares de mi actividad cotidiana relacionada con el emprendimiento.

¿Y en qué consiste mi acompañamiento?

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Así, si pretendes convertirte en emprendedor o estás a punto de hacerlo, tal vez pueda ayudarte a:

1.Elaborar un plan de negocio.

2.Definir una marca personal o empresarial potente y adecuada a tus valores.

3.Estudiar el mercado al que quieres dirigirte.

4.Adquirir habilidades que te resultan esenciales para el desarrollo de tu trabajo.

5.Perder miedos e inseguridades que lastren la puesta en marcha de tu idea.

6.Aprender aspectos prácticos sobre economía personal y empresarial.

7.Conocer algunas herramientas imprescindibles para avanzar más rápido.

8.Montar un sistema de trabajo eficiente y eficaz.

9.Afrontar un plan de lanzamiento al mercado con mayores posibilidades de éxito.

10.Aprovechar mi propia red de contactos, y ampliar la tuya.

11.Otras soluciones a medida.

Es hora de hacer las cosas de otra forma. Si estás de acuerdo, te animo a ponerte en contacto conmigo.

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